- Conocer la historia y origenes de este lenguaje
- Entender los conceptos principales detrás del mismo
- Conocer y saber usar la sintaxis
- Aprender las estructuras de datos y control principales
- Instalar y usar bibliotecas
- Hacer un pequeño programa
Si alguna vez habéis oído hablar de este lenguaje, posiblemente conozcáis Ruby por Ruby on Rails, un marco web que sigue el paradigma MVC (Model, View, Controller) creado alrededor de 2005 que usa Ruby como lenguaje subyacente; mucha gente llega a Ruby desde la derecha (el On Rails) y se piensan que es como un lenguaje de macros que imita a Python o a Perl o a ambos... Pero no es así.
El lenguaje Ruby lo creó
Matz
, Yukihiro Matsumoto,
con la intención de que fuera fácil de aprender y se pareciera lo
más posible a la forma en la que hablan las personas, no a cómo las
máquinas quieren que hablemos. Y tiene mérito que no le haya salido
mal del todo, porque las últimas dos veces que dijeron eso salió el
COBOL y el SQL. Por otro lado, el nombre Ruby puede ser un juego de
palabras con las perlas de Perl, o quizás no. El propio autor dice
que es una mezcla de Python (que es anterior, pero no mucho) y Perl
con un poco de Lisp y Smalltalk espolvoreado para que no falte de
nada.
¿Y qué es lo que sale? Pues un lenguaje interpretado, dinámico, orientado a objeto, reflexivo, que hasta no hace mucho no era demasiado rápido pero que últimamente está experimentando un incremento de rendimiento considerable. Ahora mismo va por la versión 1.9 (aunque es normal encontrarse instaladas versiones anteriores), pero la 2.0 no está lejos (menos que la 6.0 de Perl, seguro). Por supuesto que por lo que más se le sigue conociendo es por Ruby on Rails, pero aplicaciones muy populares como Amarok, Vagrant o Sketchup usan este lenguaje. Y tú puedes tambien usarlo, si prestas atención y haces los ejemplos y actividades de este tutorial, ¿por qué no?
Instalar Ruby y usar
ruby --version
para comprobar la versión instalada. A la vez, conviene instalar también irb
,
rubygems
y rdoc
.
Para programar en Ruby necesitas el editor y el intérprete de Ruby propiamente
dicho. Descárgatelo e instálalo (o haz las dos cosas a la vez), aunque te vendrá
bien también bajarte irb
, un intérprete interactivo que te permitirá probar
cosas sobre la marcha. Servidor usa Emacs como editor, pero cualquier otra cosa
también servirá, incluso Notepad. Ahora, si quieres ir un poco más allá, te
puedes descargar un plugin para
Eclipse o
el RDE, sólo para Windows.
Ruby es un intérprete, así que no se "ejecuta" desde el menú. El
ciclo es el habitual en programas para lenguajes interpretados: se
escribe y se guarda el programa, nos vamos al directorio donde lo
hemos guardado, si estamos en Linux/Unix lo hacemos ejecutable
con chmod +x
, y lo ejecutamos. Pero todavía no podemos
ejecutar nada, porque no hemos visto ningún programa, así que vamos
con el primero.
En cuanto al intérprete de Ruby que se puede instalar, hay muchas opciones; hay varias implementaciones de Ruby, aunque la más popular es la oficial, la de Matz (llamada a veces MRI). Hay, sin embargo, otras como JRuby (dentro de la máquina virtual Java) o incluso YARV o KRI, que se ha convertido a partir de la versión 1.9 en la "oficial". En tu ordenador puede que tengas una u otra, aunque también te puedes instalar cualquier otra.
#!/usr/bin/ruby
puts "Esto es jauja"
La primera línea es la habitual en lenguajes interpretados: le dice
al intérprete de órdenes de Linux (y al servidor Apache en Windows,
también) dónde tiene que buscar el intérprete; así que habrá que
comprobar que efectivamente se encuentra allí
escribiendo which ruby
(sí, en Linux, así que ya no lo
voy a decir más y asumid directamente que cualquier cosa que diga es
para Linux a no ser que se diga lo contrario).
Y la otra no es tan habitual (aunque es como en C, put string
), pero tampoco es que extrañe demasiado. La cadena va
entre comillas, se usa el cambio de línea para acabar la sentencia,
y ya está.
Para ejecutarlo se guarda y se hace lo que se ha dicho antes, no
voy a repetirlo. Y el resultado será el esperado. También pasará lo
mismo si lo hacemos desde irb
:
[jmerelo@leonard ruby-para-impacientes]$ irb
pirb(main):001:0> puts "esto es jauja"
esto es jauja
=> nil
Pero Ruby es un lenguaje orientado a objetos, o más bien empotrado de objetos: todo es un objeto en Ruby. Así que lo anterior (y algo más) podríamos escribirlo de la forma siguiente.
puts "--" << "Esto es jauja".center(20) << "--"
Lo que consigue este program es escribir una cadena centrada en una línea de 20
caracteres y rodeada por dos guiones (--
). <<
es el operador de
concatenación, que pega una cadena a la siguiente. Pero la parte orientada a
objetos está alrededor del .
.center
es un método de la clase
String, pero como todo es un
objeto en Ruby, no hace falta que lo declaremos explícitamente, ya es un objeto
de por sí, por lo que podemos aplicarle los métodos correspondientes, tales
como ese. Pasándole el argumento 20, centra la cadena en un espacio de 20
caracteres:
usuario@usuario-desktop:~/code$ ./jauja-center.rb
-- Esto es jauja --
También podíamos haber creado el objeto explícitamente, pero hubiera sido mucho más clásico:
jauja = String::new( "Esto es jauja" )
puts "--" << jauja.center(20) << "--"
En la primera línea vemos un par de cosas: como en otros lenguajes, las
variables en Ruby no tienen ningún tipo de carácter adicional (en realidad se
verán más adelante algunos caracteres, que se usan principalmente para
resolución de ámbito). Sólo la variable, lo que tiene sentido, porque hace que
uno tenga que escribir menos. Por otro lado, String
es una clase, y además una
clase estándar, por lo que no hay que decirle al programa que la incluya ni
nada. El método new
es un método de clase, con lo que la sintaxis para
llamarlo, a diferencia del método de un objeto, es de cuatro puntos (dos puntos
dobles). El contenido de la variable sigue siendo un objeto, así que se usa de
la misma forma que antes.
Crear un programa en Ruby que imprima los números desde el 1 hasta otro contenido en una variable.
El resto de los tipos de datos se define también de la forma más lógica; Ruby trabaja bajo el principio de la mínima sorpresa (lo que muchas veces provoca sorpresa si uno proviene de otros lenguajes, que nos tienen mal acostumbrados), o más bien de la máxima coherencia: una vez aprendida parte del lenguaje, el resto es más o menos igual. Por ejemplo, las matrices:
matriz = ['esto','es',1,'matriz']
puts matriz.join << " " << matriz.join("-")
Como ocurre en otros lenguajes dinámicos como el Ruby, no hay
distinción de tipos: una matriz puede contener números enteros,
cadenas e incluso otras matrices, y desde su creación son objetos de
pleno derecho, pudiéndosele aplicar métodos como join
que
une todos los elementos de la matriz, con o sin algún carácter de por
medio. Este pequeño programa imprimirá:
usuario@usuario-desktop:~/ruby-para-impacientes$ code/matriz.rb
estoes1matriz esto-es-1-matriz
como, imagino, era de esperar.
No son los únicos tipos de matrices: las matrices asociativas son aquellas que usan una clave para acceder a cada uno de los elementos (en vez de hacerlo en secuencia), sumamente útiles para evitar la distribución de la información de una estructura de datos por múltiples matrices y su acceso fácil usando una clave
sonido_de = { :vaca => 'muuu',
:buho => 'uuu',
:caballo => 'iiiii' }
puts sonido_de.inspect
Que, aparte de introducir las llaves (para claves... ¿lo ves como se trata de no sorprender?) pone unos dos puntitos delante de las mismas que la verdad que sí sorprenden. Y es porque se trata de cadens un poco especiales, denominadas símbolos. Los símbolos en Ruby son como cadenas con las que no se va hacer nada de lo que se suele hacer con las mismas: ni partirlas, ni añadirles nada, ni quitarles nada. Unas cadenas constantes, más o menos, que no es otra cosa lo que necesitamos en una variable asociativa, denominada Hash en Ruby. Por supuesto, se puede usar una cadena normal y corriente como clave:
precio_de = { "pipas" => 'bajo',
"coche" => 'depende',
"plan E" => 'exagerado' }
puts precio_de.to_s
que al ejecutarse, por usar to_s
para convertir a una
cadena la matriz asociativa en vez del inspect anterior no
se ve nada, pero es otra forma de hacer las cosas. to_s
es también
un ejemplo de casting: convierte cualquier tipo (que use
ese método, claro) en una cadena. Ruby es un lenguaje con
tipificación fuerte, aunque dinámica: se le asigna tipo
dinámicamente a las variables, pero una vez asignado sólo se
pueden llevar a cabo las operaciones de ese tipo o bien se
les aplica las operaciones de una forma determinada: +
actúa como concatenación para cadenas y como suma para tipos
numéricos.
¿Se pueden crear estructuras de datos mixtas en Ruby? Crear un array de hashes de arrays e imprimirlo.
Como los arrays y hashes son objetos, también se usa normalmente un método para recorrerlos, como en el ejemplo siguiente:
zipi = { :foo => 'bar',
:baz => 'quux'}
zipi.keys().each do |zape|
puts zipi[zape]
end
keys()
recorre las claves del hash y la función each
ejecuta un
bloque. Cómo funciona esto exactamente se verá más adelante, pero por
lo pronto se puede ver la sintaxis en la que se declara zape
como
variable de bucle. Esa variable recibe cada valor, equivalente a la
variable de bucle clásica. Si hacemos each
sobre la variable
directamente recorrerá las claves y los valores, escribiéndolas como
las cadenas que son.
Recorrer una estructura compleja exhaustivamente, imprimiendo todos los datos.
Tratándose de un lenguaje orientado a objetos, habrá que buscar la
clase para abrir y cerrar ficheros, que se llama en un alarde de
originalidad File
.
fh = File::new( ARGV[0] )
while (line = fh.gets )
nombre, apellidos = line.split(',')
puts "* Nombre #{nombre}\n\tapellidos #{apellidos}"
end
En este caso, tampoco es sorprendente la matriz que se usa para
acceder a la línea de comandos: ARGV
, igual que en C (pero en
mayúsculas) o en Perl (pero sin dólares). Ya puestos, introducimos
también una esctructura de control: el bucle while
que
va leyendo línea a línea con gets
(lo contrario
que puts
, que es para escribir). El cuerpo del bucle no
usa llaves, sólo la indentación y la palabra end
para indicar el
final.
Fijaros también en una cosa curiosa: el =
de la primera línea
tiene a la izquiera y a la derecha una matriz: dos variables a las
que se le asigna lo que queda al partir (split
) la línea del
tipo nombre, apellidos
por la coma que lo
divide. Simplemente se ponen a la izquierda las variables a las que
van a ir a parar los diferentes elementos de la matriz. Y en la
línea siguiente se imprime la salida, interpolando las cadenas
usando algo para distinguirlas: #{}
. Como las variables
no tienen ningún símbolo delante, hace falta eso al menos para saber
que se trata de variables, y no de parte de la cadena. El
resultado es el esperado:
$ ruby code/fichero.rb code/nombres.txt
* Nombre Ginés
apellidos Ibn Hassan Rodríguez
* Nombre Sergei
apellidos Ben Ayoun
* Nombre Malika
apellidos Maliki
* Nombre Juan
apellidos Gómez Gómez
al menos sobre el fichero
Ginés, Ibn Hassan Rodríguez
Sergei, Ben Ayoun
Malika, Maliki
Juan, Gómez Gómez</pre>
Para leer de una web se tienen que usar módulos externos, que, como es
natural, están también organizadas en clases, y clases están
organizadas jerárquicamente en espacios de
nombres. Net
, por ejemplo, agrupa diferentes funciones
relacionadas con la red: web , FTP, y todas esas cosas; dentro de
esa jerarquía, los descendientes se separan con ::
,
igual que en
Perl. Net::HTTP
serviría para leer cosas de la web. Pero no forma parte del núcleo o
core, así que tendremos que importarla explícitamente con
require
:
require 'net/http'
Net::HTTP.get_print 'osl.ugr.es', '/'
En require
cambia un poco la sintaxis: se separan las partes de la
librería con /
y se pone todo en minúsculas. require
importa el código, pero no los identificadores; por eso para usar
alguna función del módulo hay que decir todo el nombre de la misma:
nombre de la clase nombre_del_método
. get_print
es un método
de clase, y recibe como argumentos el nombre del servidor (el HTTP
va de soi) y la dirección dentro de ese servidor, en este caso el
directorio raíz. Al ejecutarlo nos dará de resultado un mogollón de
texto, todo lo que haya en la página. De camino, conviene fijarse
que aquí nos hemos ahorrado unos cuantos paréntesis, lo que,
sinceramente, me ha sorprendido.
Juntando todo lo anterior, y añadiendo alguna cosilla más de nuestra cosecha, podemos bajarnos una página web y meterla en un fichero
require 'net/http'
url = ARGV[0]
puts "La url es " << url
respuesta = Net::HTTP.get url, '/'
fname = "#{url}.html"
if ( File.writable?(fname) )
salida = File.new fname, "w"
salida.puts( respuesta )
else
puts("No puedo escribir en #{fname}")
end
Nuestra cosecha incluye una interrogación y un if
, que no
habíamos visto antes. La interrogación se usa en los métodos que
devuelven un valor lógico, verdadero o falso (valores que tienen un
tratamiento diferente en Ruby y en otros lenguajes: un valor lógico
es un valor lógico, no un 0 o una cadena nula). En este caso, si se
trata o no de un fichero sobre el que tengamos derechos de escritura
(en lo que, al parecer, es un poco peculiar este Ruby). El bloque
if
termina en end
, como antes el bucle. Además, hemos usado "w"
como segundo argumento de
- Almacenar un array en formato JSON en un fichero cuyo nombre se pase por línea de órdenes.
Después de las variables uno de los conceptos importantes en Ruby son los
bloques. Un bloque es una secuencia de código con sus propias variables, y en
Ruby se denota por llaves {}
o por do
- done
. Se usa, por ejemplo, para
bucles tales como los siguientes.
host = ARGV[0]
partes = host.split(".")
partes.each do |p|
puts "* #{p}"
end
En este mini-programa le pasamos un nombre de servidor en internet
(del tipo subdominio.dominio.tld) y nos da cada una de sus partes,
que se guardan precisamente en una variable que se llama así. Pero
el truco está en la tercera línea: partes.each
es una función
que recibe un bloque como argumento. También lo podríamos expresar
de la forma siguiente:
host = ARGV[0]
partes = host.split(".")
partes.each { |p|
puts "* #{p}"
}
y sería exactamente lo mismo (salvo la precedencia, pero eso no nos importa ahora).
Los bloques tienen todos la misma estructura: al principio se
declara una variable, que será la variable que irá tomando los
valores que reciba de su función uno por uno. En este caso la hemos
llamado p
, pero es un nombre arbitrario, porque estamos haciendo
una declaración. Dentro ya del bloque metemos el código que
consideremos necesario, y lo finalizamos con llaves o end,
dependiendo de cómo lo hayamos comenzado
Lo que ocurre con los bloques en Ruby es que tienen entidad propia. Son como funciones anónimas (es decir, funciones que no tienen asignado un nombre), y de hecho se pueden usar como tales; además, como todo en Ruby, son objetos, o sea que podemos crearlos y pasarlos por ahí como queramos.
prefijos = %w( pre post ante super macro mega)
prefijadores = Hash.new
prefijos.each { |p|
prefijadores[p] = lambda { |post| return "#{p}#{post}";}
}
puts prefijadores['macro'].call( 'objetivo' )
puts prefijadores['super'].call( 'chanchi' )
puts prefijadores['mega'].call( 'chuli' )
En este ejemplo hemos empezado definiendo una matriz de forma
abreviada: usando %w
para ahorrarnos comas y comillas, y
hemos seguido creando un Hash
(matriz asociativa) donde vamos a
guardar todas las funciones. Recorriendo el array creado y usando
lambda
creamos una función que tiene una parte fija, p
que recibe
del bucle, y una parte variable, post
, que es el argumento que
recibirá cuando se llame, tal como se hace abajo usando call
(recordad que es un objeto, y para ejecutar esa función hay que llamar
al método call
de ese objeto). La
función prefijadores['macro']
se comportará de la misma
forma que si la hubiéramos definido así
def prefijador( post )
"macro#{post}";
end
puts prefijador('micro');
la única diferencia es que en este caso no hace falta usar call
para
llamar a la función: se puede usar directamente el nombre de la
misma. De camino, vemos como se definen funciones en Ruby: usando
también def
. Igual que antes, salvo que ahora damos un nombre al
bloque, lo que le da más derechos, al parecer.
Crear una serie de funciones instanciadas con un URL que devuelvan algún tipo de información sobre el mismo: fecha de última modificación, por ejemplo. Pista: esa información está en la cabecera HTTP que devuelve
Qué sería de cualquier lenguaje si tuviéramos que conformarnos con lo que nos
da, y no pudiéramos instalar cosas nuevas... El usar repositorios
centralizados de módulos o bibliotecas lo comenzó LaTeX con CTAN, luego siguió
Perl con CPAN, y Ruby tiene su colección de gemas para poder bajártelas
cómodamente. Sin embargo, hace falta instalar paquetes para usarlo, no se
instala automáticamente junto con el intérprete. En Ubuntu habrá que instalar
el paquete rubygems
, y en otras distros hacer cosas más complicadas (o
no). La manera más general es bajarse el paquete de Rubyforge e
instalarlo, tampoco es demasiado
complicado. Afortunadamente, a partir de la versión 1.9 (que a fecha de 2013
ya empieza a aparecer en las distros) vendrá incluida.
Aparte de gem
, hay que instalarse alguna cosa más, porque muchos módulos en
Ruby necesitan herramientas de construcción adicionales. En concreto, la
versión -dev
del paquete Ruby que tengamos instalado. Por ejemplo, en alguna
versión de Ubuntu habría que escribir
sudo apt-get install ruby1.8-dev
No siempre es necesario, pero si te da un error algún módulo típico, posiblemente sea por eso.
Una vez instalado todo eso, no hay más que usarlo. Empezamos por buscar algo que queramos instalar:
jmerelo@sheldon:~/public_html/tutoriales/ruby-para-impacientes$ gem search mysql
*** LOCAL GEMS ***
Joeves, no devuelve nada. Pero claro, es que busca en la colección local de gemas. Habrá que buscar en la remota:
jmerelo@sheldon:~/public_html/tutoriales/ruby-para-impacientes$ gem search --remote mysql
*** REMOTE GEMS ***
activerecord-jdbcmysql-adapter (0.9.6)
activerecord-mysql-adapter-flags (0.0.3)
dbd-mysql (0.4.4)
do_mysql (0.10.1)
...
Y así hasta un mogollón de cosas. Tendremos un listado de todas las disponibles, y todas las versiones. Vamos a instalarnos la tercera; si queremos que esté disponible para todos los usuarios tendremos que lanzar la orden con privilegios de administrador:
jmerelo@sheldon:~/ruby-para-impacientes$ sudo gem install ruby-mysql
Successfully installed ruby-mysql-2.9.2
1 gem installed
Installing ri documentation for ruby-mysql-2.9.2...
Installing RDoc documentation for ruby-mysql-2.9.2...
Could not find main page README
Could not find main page README
Could not find main page README
Could not find main page README
En algunos casos puede que dé error, porque falte alguna
dependencia que haya que instalar desde el sistema operativo; en ese
caso, es conveniente instalar el paquete correspondiente, en vez de
hacerlo desde sudo apt-get install libdbd-mysql-ruby
;
posteriormente, al hacer gem update
se actualizará
alguna de las librerías dependientes que se han instalado con el
paquete (en mi caso, sólo una denominada
Ver si está disponible Vagrant como una gema de Ruby e instalarla.
Como es de esperar, hay libros enteros gratuitos sobre Ruby: Programming Ruby, por ejemplo, pero el más curioso es la guía intensa de Ruby por Why, con cómics, vericuetos inefables, pero que finalmente termina enseñando bastante.
Como seguramente conoces otro lenguaje de programación, prueba Ruby desde otros lenguajes, con tutoriales en inglés y español que explican cómo trabajar con Ruby si se conoce Perl, o Java, o Python.
En español se puede mirar este tutorial de Ruby, bastante completo, o este resumen para aprender en sólo 15 minutos.
Cuando ya estés harto de Ruby, también puedes aprender un poquico de Ruby on Rails, ya puestos.